Gimnasia arrancó ganando y sin
lugar a dudas eso es bueno. Gimnasia arrancó ganando y hacía mucho tiempo que
eso no pasaba (por lo menos no en primera). Los números no mienten, los números
son fríos y certeros: 8 años pasaron desde que el Lobo pudo ganar una primera
fecha y casualidad o no, fue el primer partido de lo que sería una de las
mejores campañas en la historia del club.
Ese Apertura 05´, Gimnasia le
ganaba en el bosque por 1 a 0 a Colon de Santa Fe. El partido se jugó el
domingo 7 de agosto de 2005 y él técnico era ni más ni menos que Pedro Antonio
Troglio, él mismo que estaba sentado en la victoria 1 a 0 sobre River el
domingo último.
Mismo día, mismo técnico, idéntico
resultado, distinto rival. Si esto fuera un video, agarraría el control del DVD
y presionaría la tecla rewind, como
no lo es, suscribo: 8 años pasaron desde que el Lobo pudo ganar una primera
fecha y casualidad o no, fue el primer partido de lo que sería una de las
mejores campañas en la historia del club.
Si quisiera generar esperanzas falsas
lo dejaría ahí, pero como no es la idea prosigo y retomo las intenciones que ostento
en esta humilde opinión. ¿El comienzo es alentador? Como se dijo arrancar
ganando siempre es bueno, pero si le preguntan a este humilde socio de la institución
lo bueno no es solo arrancar ganando si no que el generador de esa victoria, el
conductor del equipo que dejo los tres puntos en casa sea Pedro Antonio
Troglio, él mismo que en ese fabuloso 2005.
A ver, si dejará de ser un
humilde socio y me convirtiera en la persona que elige al conductor futbolístico
de Gimnasia Troglio no sería uno de los predilectos. Siendo utópico buscaría un
Bielsa, un Martino. Siendo más utópico aún buscaría un Guardiola. Pero señores
nobleza obliga: si hay algo que no podemos negar, es que Pedro cuando condujo a
Gimnasia fue efectivo.
Volviendo a mi posición de
humilde socio de la institución, considero que todo lo bueno y todo lo malo que
pasamos con Troglio como técnico de Gimnasia es pura y exclusivamente responsabilidad
de él y nuevamente nobleza obliga: hay más cosas buenas que malas. Por eso y
sin más preámbulos ante la pregunta que dispara estas palabras, puedo decir que
él comienzo es alentador, que haberle ganado a River en la primera fecha deja
un sabor dulce.
Algunos dirán que está diciendo
este loco, si el diario y los resúmenes televisivos cuentan que el partido
termino 1 a 0 con el gol de penal de Licht y que encima el arquero de Gimnasia
fue figura. No se queden con el titular del diario o el minuto tirano del
resumen televisivo: quédense con lo que vieron durante una hora y media.
Gimnasia no le gano a River por un gol de penal, Gimnasia le gano a River
porque lo asfixio, porque le cerro caminos y porque abrió los suyos.
Hagámosla más fácil, olvídense de
los noventa minutos que duró el partido por un momento, y repasen en su cabeza
el lapso del minuto 20 del segundo tiempo hasta el instante que él arbitro
Diego Ceballos marca la pena máxima. En ese lapso que duro alrededor de unos
nueve minutos aproximadamente, el partido fue el siguiente: River toca la pelota intrascendentemente,
Gimnasia se encuentra replegado en su campo, al menos 9 de los 11 jugadores
triperos están ubicados en el rectángulo imaginario que se forma entre la
medialuna de mitad de cancha, la del área grande y las líneas de cal que
delimitan el ancho del campo de juego, Gimnasia corta el circuito de juego de
su rival y en el camino abierto durante todo el partido sobre la franja izquierda
conduce la pelota con criterio, los únicos dos jugadores de Gimnasia
posicionados en ataque comienzan a correr en busca de acercarse al arquero
Barovero; el jugador que ahora corre con pelota dominada sobre la izquierda y
que hace instantes acortaba los espacios al ataque de River, levanta la cabeza
y lo ve al chiquitín Pereyra corriendo desesperado y solo; toma aire y le tira
la pelota. Como si fuéramos un relator de radio aprovechemos el recorrido
por los cielos de la pelota y tomemos aire, hasta acá va a haber dos jugadas
que son idénticas, lo que va a cambiar es el desenlace: … y le tira la pelota, Pereyra la ve caer perfecta, en el lugar exacto
donde está ubicado lo que le da la chance de antes de dominarla mirarlo a
Rasic; Pausa: él juvenil alto que
Troglio incluyo entre los titulares para ser una referencia entre los centrales
rivales para sus compañeros; vuelvo: …antes de dominarla mirarlo a Rasic picar
entre los dos centrales, la intención es perfecta pero la acción del defensor también,
el pase no llega a destino y la jugada se diluye. El reloj sigue corriendo y
otra vez: River toca la pelota intrascendentemente, Gimnasia se encuentra
replegado en su campo, al menos 9 de los 11 jugadores triperos están ubicados
en el rectángulo imaginario que se forma entre la medialuna de mitad de cancha,
la del área grande y las líneas de cal que delimitan el ancho del campo de
juego, Gimnasia corta el circuito de juego de su rival y en el camino abierto durante
todo el partido sobre la franja izquierda conduce la pelota con criterio, los únicos
dos jugadores de Gimnasia posicionados en ataque comienzan a correr en busca de
acercarse al arquero Barovero; el jugador que ahora corre con pelota dominada sobre
la izquierda y que hace instantes acortaba los espacios al ataque de River,
levanta la cabeza y lo ve al chiquitín Pereyra corriendo desesperado y solo;
toma aire y le tira la pelota, está vez Pereyra no se apresura y la domina;
levanta la cabeza y ve que tiene el espacio suficiente para probar al arquero, la
intención es buena pero nuevamente la jugada parece diluirse; tras el rebote en
el defensor, la pelota cae devuelta en Pereyra que se la da a Facundo Oreja que como si supiera se
toma el tiempo necesario, levanta la cabeza y analiza opciones: Pereyra esta
cerquita y al gigante que Troglio
puso entre los titulares forcejea con uno de los centrales en el borde del área,
además alguien aparece por detrás de la defensa sobre la banda izquierda; Oreja
decide y ahí se nota que no sabe: casi parado de cinco tira un centro con
destino fácil para el arquero o la defensa rival; Rewind; …el gigante que Troglio puso entre los
titulares se mete en el área mirando como el centro mandado por Oreja le
sobrepasa, siente el roce del defensor en su cuerpo y se deja caer. Penal, gol
y victoria.
Estos 9 minutos del partido
resumidos burdamente en unas cuantas palabras, me brindan mi humilde análisis:
River sin saber qué hacer con la pelota, Gimnasia bien parado y haciendo una de
las cosas que mejor sabe hacer que es aprovecharse de un rival desarmado, salir
rápido con la pelota y sacar provecho de eso. Gimnasia fue fiel al estilo
Troglio: tuvo sacrificio, solidaridad y aprovecho las deficiencias de un River
con un juego vacío de contenido. ¿Falta mejorar? Mucho, pero el comienza da
esperanzas.
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