No descubriremos nada diciendo que Fernando Monetti ya dejó
(hace rato) de ser promesa. Durante la temporada pasada se quedó con todos los
elogios y con el rotulo de mejor arquero del Nacional B. Sin embargo y ante lo
acontecido durante los 90 minutos jugados ayer en el bosque, la pregunta que
todos deberíamos estar haciéndonos es si ya tocó techo, si el Monetti que ayer
le aseguró los tres puntos al equipo de Pedro Troglio es la máxima expresión de
seguridad que le veremos a quien se ha consolidado debajo de los tres palos
triperos con apenas 24 años.
En el casete de los técnicos del futbol argentino, siempre
se hace presente la frase de que los equipos se arman de atrás para adelante y
Pedro encontró un pilar donde apoyar el suyo. Monetti es hoy quien sostiene la
estructura del juego dinámico y aguerrido que el técnico exige en cada uno de
los jugadores que pone en cancha.
A los arqueros se los pone para atajar y Monetti lo hace con
soltura. Si fallan Barsottini o Blengio (de lo más flojo ayer, sobre todo en el
primer tiempo) el Mono está. Si fallan Oreja o Licht, su rapidez física y
mental le da tiempo de sobre en los cortes a las bandas. El Mono sostiene una
estructura consolidada en la segunda categoría de los torneos de AFA y que respondió
con creces en su presentación en el futbol grande.
Gimnasia no va a sorprender a nadie. Nadie debería sorprenderse
de Gimnasia. Gimnasia es previsible. Gimnasia sabe muy bien a que juega y que
es lo que debe hacer para ganar. Gimnasia no regalará nada y deberá luchar más de
la cuenta para morder una parte de la torta, pero Gimnasia sabe que para ganar
depende de Gimnasia, que lo que haga dentro de la cancha marcará el resultado
al finalizar los 90 minutos de juego.
El rival puede lastimarlo, eso es innegable, es tan
vulnerable como cualquier otro equipo pero como ya se dijo tiene en quien y
donde apoyarse. Tiene a MONETTI (así con mayúsculas) para hacer con altura lo
que tiene que hacer; a Barsottini y a Blengio para despejar la pelota sin
contemplaciones; a Licht y a Oreja para “piquetear” los laterales; a Pouso para
adueñarse del medio; a Mussis y a Garcia (o ayer a Meza) para darle dinámica; a
Nacho Fernández y al gordo Pereyra para generar el juego que pueden darle a
estilo y belleza a la estructura; y a Rasic, sí a Rasic, para molestar, para
ser referencia, para aguantar la pelota y darle aire al resto. Pero sobre todo
tiene un equipo con todos los adjetivos que forman uno: él lobo tiene
solidaridad, entrega y juego.
Señores esto es Gimnasia, no esperemos más que esto porque
Gimnasia pone en la balanza lo que tiene y en él debe y él haber la fórmula le
da un saldo por demás positivo y si los resultados acompañan el estilo y la
belleza acompañaran siempre a la dinámica y la entrega que nunca dirán ausente.
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